Piratas al abordaje

La piratería, hace ya algún tiempo, no se relaciona únicamente con aquellos de parche en el ojo y garfio en la mano. La RAE se ha visto obligada añadir una nueva acepción que la vincula al "robo o destrucción de los bienes de alguien"

Desde que emergieran las nuevas tecnologías, la propiedad intelectual se ve amenazada ante alguna de las posibilidades que hoy en día éstas ofrecen. Esta situación ha llevado al Ministerio de Cultura a emprender una serie de campañas contra la piratería que periódicamente son actualizadas. La última de ellas, Defiende tu cultura (a cuyo vídeo promocional puede accederse pinchando sobre la imagen inferior) lucha contra una actividad que "Impide el desarrollo de lo intelectual. Mata las ideas. Hace imposible la creación".

El problema radica en que la cultura es intagible y la única herramienta, no siempre del todo efectiva, que existe para protegerla es la propiedad intelectual. La red se ha hecho eco de ello. Los medios digitales informan de las nuevas campañas, pero son los blogs los que plantean su opinión acerca de estas prácticas penadas legalmente. Por ejemplo, Otro blog más denuncia que nos encontramos ante "un problema para todas las industrias de contenidos". En su Bitácora de las Indias, David Ugarte plantea entre otras cosas "los límites y paradojas de la propiedad intelectual", después de que Periodista Digital fuese denunciada por risacom y El Mundo por violar supuestamente la Ley de Propiedad Intelectual. En otro países han decidio unirse, en Colombia se ha aprobado un Convenio Antipiratería.

Y es que no hay unanimidad en este tema. Los internaturas no parecen muy satisfechos con las acciones promovidas por el Gobierno para acabar con esta actividad. La Asociación de internatutas, ante la operación antipiratería llevada a cabo el 28 de marzo de 2007 en la que han sido detenidas diez personas y 21 páginas web han sido clausuradas, afirma que "es una artimaña para amedrentar a los internautas", según publica el diario 20 minutos. Sin embargo, periodistas, escritores y muchos más defiende su derecho a que sus producciones sean reconocidas y no empleadas con ánimo de lucro. El consenso nunca llegará hasta que unos y otros reconozcan que su argumentos son válidos, pero relativos.

Por mi parte, sólo añadir a este debate que, por un lado, quien no tenga nada que aportar a la cultura que no lo haga y, por otro, que quien si se vea capaz de ello no lo haga copiando ni haciendo que sus aportaciones se sitúen a un nivel económico al que no todos tenemos acceso. ¡A favor de la Ley de propiedad intelectual y a favor de la difusión cultural sin discriminación por motivos económicos!